Tres años puede ser poco tiempo… pero para un perro, en el que su periodo estimado de vida son 15 años, es todo un océano de tiempo… Patacho lleva tres largos años de su vida aquí en ANAA y sin duda, somos lo mejor que ha conocido.
Llegó con un trozo de pata amputada y con una desconfianza y un miedo atroz a todo… en poco tiempo nos lo ganamos, no sabía lo que eran las palabras dulces ni el cariño y le costó relajarse, pero ahora es un perrito que se conforma con unas caricias y lo que más le gusta es pasear y oler todo a su paso.
Es muy inteligente y agradecido pero su físico y su edad no atraen a los adoptantes que suelen venir buscando un perro cachorro, joven o guapo.
Nuestro Patito (como le llamamos cariñosamente), atrae sólo la pena cuando la gente le ve en su chenil con esa mirada que pone pidiendo una oportunidad… solo saben decir “¿Y a este pobre qué le he pasado?”
Contamos su historia, pero Patacho sigue aquí y cada día que pasa le vemos más viejo y su pata y su cuerpo cada día están más delicados.
Sabemos que en una casa va a recuperar muchísimo, reviven años cuando van a una y estamos seguros de que será su caso.
Patacho necesita un hogar tranquilo, puede convivir con hembras. La familia que esté dispuesta a ayudarle ha de ser sin niños pequeños y si convive con hombres, tendrán que ganárselo porque aún le cuesta mucho confiar en ellos y muestra su miedo gruñendo, pero una vez que te lo ganas te adora y es cuestión de un día el llevarle a tu terreno y que te quiera con locura.
Esperamos que este escrito le de la suerte que necesita y alguien le brinde la oportunidad que lleva esperando toda su vida y que por fin, pueda tener un maravilloso final que le haga olvidar todo su pasado.
