Estudio sobre el abandono de animales de compañía

Estudio sobre el abandono de animales de compañía

image2art​Cuando algo pasa a formar parte de un informe y además, ese informe se convierte en recurrente, datos que se publican todos los años, ese algo se hace más frío, más inmaterial, se convierte en tinta sobre papel. Sin embargo, en las protectoras y en la calle se siguen palpando huesos sobre cuerpos que casi solo son piel, examinando ojos que exhalan vida, recogiendo camadas donde igual hay seis que doce enanines: el abandono animal es un problema caliente que siente frío.
​La Fundación Affinity acaba de publicar su Estudio de la Fundación Affinity sobre el abandono, la pérdida y la adopción de animales de compañía en España 2015: interpretación de los resultados. Es de destacar el esfuerzo que realizan cada año en la recogida de datos, su análisis y su posterior difusión para hacer patente el grave problema social que es el abandono de perros y gatos en nuestro país. Un problema que muestra unas cifras descomunales año tras año.
​Una de las partes más inquietantes del informe es la que falta. El informe recoge los datos suministrados por los refugios o protectoras, pero todos sabemos la cantidad de animales que son recogidos y salvados por particulares y la escalofriante cantidad de animales que nunca son recogidos y que malviven y mueren en la calle: la suma de ambas cifras seguramente duplique el número analizado en el estudio. Por lo tanto, las cifras totales de abandono mostradas en el informe están lamentablemente muy lejos de las reales.

El informe (pincha en el enlace si quieres leerlo completo) presenta cuatro ideas clave:

  • El abandono es uno de los problemas más importantes de bienestar de los animales de compañía.
  • La identificación mediante microchip se confirma como una de las principales estrategias para combatir el abandono y permitir la recuperación de animales perdidos.
  • La esterilización es una estrategia fundamental para prevenir el abandono de animales de compañía.
  • La adopción es fundamental para reducir la población de perros y gatos abandonados.

Sin embargo, en el estudio se echa en falta un paso más en su reflexión. Uno de los datos que se destaca es que el número de animales recogidos en los refugios o protectoras desde el 2008 hasta el 2015 ha ido disminuyendo. Este dato, tomado así, sin más comentarios, se puede interpretar como algo positivo: se recogen menos animales, luego hay menos abandonos. Y en algunos medios es el titular que se ha destacado dando lugar a ese equívoco; no señores, no nos engañemos, esto no es así. Si seimage1art recogen menos animales es porque no hay sitio para coger más, se da menos salida a los que hay, por lo tanto, al no quedarse huecos libres, no pueden recogerse más animales de las calles. Es decir, hay una menor rotación de los animales en las protectoras de la que había en el 2008. Y este es un punto crucial que no debe ser infravalorado ni obviado en el análisis de la situación del abandono en España.
​El tiempo medio de estancia de los animales en las protectoras ha aumentado, lo que impide recoger más animales dentro del mismo plazo de tiempo. En el estudio no aparece la evolución de la estancia media de los animales en los refugios, pero seguramente ese dato se ha incrementado (y mucho) desde el 2008. Como ejemplo, en el 2008 una protectora podía estar dando 20 animales en adopción a la semana, cuando ahora solo da 10. Al dar 10 menos en adopción, recoge diez menos de las calles. Por eso se recogen menos, por eso no se pueden recoger más…
​La conciencia social con respecto al abandono y al maltrato animal ha mejorado en los últimos diez años, eso no lo vamos a negar; si bien, la situación sigue estando muy lejos de ser admisible. Hay que seguir machacando, informando, concienciando, esterilizando, denunciando, adoptando, recogiendo, sensibilizando, salvando, hay que ser mejor persona.

​Ayudarles nos hace mejores.