Final feliz de Kingu

Final feliz de Kingu

El final feliz de Kingu, el gato atigrado naranja de las fotos, vivió la más absoluta maldad del ser humano. Él y muchos otros gatos, galgos y conejos vivieron años maltratados, sin ninguna atención veterinaria, hacinados, enfermos y aterrorizados. Un señor se dedicaba a usarlos como si de objetos se trataran para sacarles sangre y venderla, creando dinero a base del sufrimiento de tantas almas puras e inocentes, que a pesar del abandono solo buscaban una caricia amable.

Kingu
Foto de Kingu en su hogar

Cuando llegaron de este infierno vimos miradas que duelen, pero aun así estaban llenos de amor que dar, tenemos que aprender tanto de ellos… La mayoría llegó realmente enferma, sobre todo los gatos, y por mucho que lo intentamos muchos de ellos por desgracia no aguantaron más.

Pero Kingu, el protagonista de este artículo, fue uno de los que pudo sobrevivir. Tras recuperarse se quedó con alguna secuela, una de las más llamativas fue su cabeza torcidita hacia un lado. Y esto, unido a ser un gato adulto (casi 6 años) lo convirtió en invisible. La gente buscaba gatitos pequeños o “sin ninguna tara”, y Kingu, a pesar de hacer la croqueta y poner su mejor cara a la gente adoptante, pasaba a un segundo plano.

Hasta que llegó María del Mar para cambiar su suerte, buscando ayudar por encima de todo. Ella misma nos cuenta su experiencia unos meses después de haber adoptado a Kingu:

Muchísimas gracias familia por ser los creadores del final feliz de Kingu, por otra parte tan merecido. Ojalá la gente adoptara sin tantos prejuicios, porque entonces el mundo sería mucho más bonito.

Si quieres adoptar o ser casa de acogida de un invisible y cambiar su vida para siempre, escríbenos al correo anaa@anaaweb.org para venir a conocerlos y ver si alguno puede encajar contigo, no te arrepentirás.

Mensaje de los adoptantes:

“Todo empezó hace un año cuando decidimos adoptar un gato y salimos de ANAA con dos hermanas. Era la primera vez que teníamos gato y no sabíamos cómo iba a salir la experiencia, y menos con dos. Pero empezó siendo muy buena, apenas nos daban trabajo, lo único que daban era mucho mucho amor.

Kingu
Foto de Kingu y sus compañeros en su hogar

Por eso decidimos adoptar otro gato, pero no a uno cualquiera sino a uno que no tuviese casi ninguna oportunidad de ser adoptado y ahí fue cuando, buscando en la página de ANAA, vimos a varios, entre ellos Kingu. Casi 6 años, el cuello torcido, un poco sordo, con poco olfato y con problemas de salud, y todo debido a que es un gato procedente del desalojo de Humanes, donde tenían a los animales en condiciones lamentables, enfermos, famélicos y sacándolos sangre hasta que morían. Pero tuvimos suerte y después de muchos esfuerzos y gastos por parte de ANAA lograron salvar a nuestro luchador.

Fue amor a primera vista, parece mentira que un animal que ha pasado por lo mismo que él todavía confíe en el humano, pero así es él, cariñoso, zalamero, divertido, un poco escandaloso y guapo a más no poder, con su cabecita torcida que le hace todavía más entrañable. Se ha adaptado a sus hermanas y a nosotros enseguida, van los tres juntos a todos sitios y tres dan el mismo trabajo que dos, pero se triplica la felicidad. Y además adoptar a un invisible es algo que no se puede contar, solo experimentar porque ellos te dan 10 veces más de lo que tú les das a ellos.”

Si te ha gustado el final feliz de Kingu, te recomendamos otras entradas para que conozcas la situación de otros invisibles como a Punky

Síguenos para ver más finales felices, animales en adopción, noticias y mucho más:

Instagram:  asociacion_anaa
Facebook: @asociacionANAA
Twitter: @asociacion_anaa
Youtube: Anaa Anaaweb

¡Suscríbete a nuestra Newsletter!

Tags: