Porque cuando adoptas, salvas dos vidas. La del animal que entra a formar parte de tu familia, y la del que ocupará su lugar en la protectora.
Llegan las navidades. Los ¿regalos?. Y en las tiendas vemos un cartel que dice: “animal + jaula X EUR”.
Este es el precio de la cruel industria que hay detrás. De la explotación animal. Donde las hembras son forzadas a reproducir hasta la extenuación para quitarles enseguida a sus crías y ser vendidas.
Después estos adorables y divertidos animalitos bebes crecerán y se convertirán en un “juguete roto” siendo en muchos casos abandonados. Ya no hay tiempo para dedicarles, las visitas al veterinario son caras y el animal se convierte en una molestia.
Carreteras, parques, contenedores, serán su final. Si tienen suerte, alguien los rescatará y estarán en una protectora hasta su adopción. Algunos llegan enfermos, otros con traumas difíciles de superar. No entienden porque antes estaban en una casa y vieron como su “dueño” los abandonaba.
Adoptar implica ofrecer una segunda oportunidad a un animal que ha sido víctima de abandono o maltrato y está esperando su oportunidad en una jaula…
Infórmate, se responsable, ama a los animales y siempre, adopta.
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