En Anaa nuestra prioridad son los animales abandonados pero también lo es ayudar a los animales que se han quedado sin dueño por fallecimiento o a las personas que por problemas graves de salud, ya no pueden hacerse cargo de ellos.
Este último caso es el caso de Rous.
Rous desde cachorra vivió en un piso, llegó a convivir con otro perro y un gato, pero no hizo casi nunca vida de perro; desde pequeña permanecía en el piso y apenas la sacaban a la calle por lo que cuando Rous llegó a Anaa era una perrita que no sabía interactuar ni relacionarse como es debido con perros.
Tampoco sabía a pasear con correa de forma tranquila, por lo que eso hizo que la sacaran menos aún, ya que al crecer se convirtió en una perra grande y fuerte.
A pesar de su vida de encierro, creemos que fue una perra querida porque siempre ha sido muy cariñosa y es increíble lo inteligente y, sobre todo, lo obediente que es.
En Anaa ha ganado que le pueda dar el sol en la cara y el olor a aire fresco de libertad, pero ya lleva 8 meses enjaulada y sí que notamos que empieza a aparecer la tristeza en sus ojos.
Su gran amigo en Anaa se fue hace meses adoptado y ella, aunque es buena con perros, es mandona y no podemos juntarla con cualquiera.
El tiempo y la soledad está afectándola ya y es una perra tan perfecta, que no queremos dejar que pase un minuto más y que se marchite.
Rous es ideal para cualquier tipo de familia, será feliz con dueños que la quieran y le den paseos y una vida normal como la que tiene cualquier perro…
Nuestra rubia tiene solo 3 años y 7 meses y no queremos que cumpla un mes más en Anaa, queremos para ella las dos cosas que nunca ha tenido a la vez: un hogar y el sol y aire fresco en su preciosa cara.
Si quieres ayudar a una perra agradecida, buena, obediente y sobre todo cariñosa, escríbenos cuanto antes y Rous y nosotros estaremos encantados de conocerte
