ANAA fue creado y comenzó su labor en 1992 por iniciativa de tres jóvenes estudiantes que, sensibilizadas al conocer la grave situación de un gran número de animales abandonados que se encontraban recogidos en muy mal estado en una finca de San Agustín del Guadalix (Madrid), decidieron ayudar activamente y hacerse cargo de ellos y de los que seguían entrando.
Con gran ilusión, esfuerzo y escasos medios, se modificaron tanto la gestión como las instalaciones de la finca para convertirla en el primer Centro de Adopción de ANAA: se estableció el control sanitario de los animales mediante convenios con clínicas veterinarias, se construyeron jaulas, se habilitaron zonas de cuarentena, enfermería, quirófano… Todo era realizado a mano por los pocos voluntarios que había entonces. Paralelamente se empezaron a buscar colaboradores, voluntarios y adoptantes para los animales.
Gracias a la buena gestión de todas estas personas y de las que posteriormente han ido conformando el equipo de la asociación, ANAA ha ido mejorando cada año y logrando nuevas metas hasta conseguir ser una asociación pionera a nivel nacional, tanto por sus instalaciones como por su intachable gestión. Y es que tras años de duro trabajo y gracias al esfuerzo conjunto de socios, voluntarios y personas que han ofrecido su ayuda de manera desinteresada, en el año 2003 ANAA se trasladó a su actual Centro de Adopción y ya supera los 2.000 animales atendidos cada año.