Hay que tener mucho cuidado con las pipetas antipulgas y garrapatas ya que NO se pueden compartir entre perro y gato. En estos últimos se produce una intoxicación por permetrina perteneciente al grupo de las de los piretroides (muy abundante también en cualquier insecticida contra insectos y/o mosquitos).
Si en el momento nos damos cuenta del error, hay que lavar al peludo con abundante agua tibia y mucho, mucho jabón ya que el tóxico no es soluble en agua. Inmediatamente y de forma urgente, tendrás que llevarlo al veterinario para que le pongan fluidos y cuidados de soporte.
Otra de las intoxicaciones frecuentes se produce por los insecticidas para el hogar que se usan para evitar hormigas, cucarachas, venenos de caracol, roedores, ácaros de las plantas… Nuestros gatos pueden chuparlos o pisarlos y al lavarse las patitas, intoxicarse. Hay que lavar muy rápido las patas como hemos descrito antes y llevarlo al veterinario sin dilación.
El tercer tipo de intoxicación puede producirse cuando ponemos la pipeta a nuestro perro, pues el gato chupa al perro o directamente con que huela la pipeta es suficiente.
Siempre hay que ir de urgencias a un veterinario, no hay antídoto para la permetrina. El veterinario administrará un tratamiento sintomático y de soporte intentando que el cuerpo expulse el tóxico.
Los síntomas más comunes son salivación, disnea, no respirar bien (por ello respiran con la boca abierta), vómitos, diarreas, convulsiones y espasmos musculares.
Cualquier duda que pueda surgirte, no dejes de llamarnos al 91 028 29 62 o escribirnos a cvanaa@anaaweb.org
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