Final feliz de Casho

09 Feb Final feliz de Casho

Antes de hablar del final feliz de Casho, queremos comentaros el hecho de que en ANAA siempre hay animales que se vuelven invisibles por una u otra razón. En el caso de los gatos puede ser por su tamaño, color negro o atigrado que llama menos la atención, por carácter más reservado, tener alguna enfermedad o pasar del año de edad. En perros alguna de las razones son ser “PPP” (Perro Potencialmente Peligroso), tener leishmaniosis, ser grande o yayito.

Cuando llega una familia y nos cuenta su estilo de vida rápidamente pensamos en algún animal con el que encajaría perfectamente por su carácter y serían grandes compañeros, pero nos olvidamos de que muchas veces hay barreras como las que os comentamos.

Estos animales, casi siempre maravillosos, pasan sus días sin que nadie se fije en ellos, ven a sus compañeros irse rápidamente y ellos se van desgastando poco a poco, viendo los días pasar y cada vez más tristes.

Esto es lo que os queremos contar con el final feliz de Casho, el gato rubio de las fotos, por el simple hecho de ser adulto. Los adoptantes que llegan creen que un gatito pequeño puede encajar mejor con el gato/perro/niño que ya tienen, pero nada más lejos de la realidad porque ya conocemos el carácter de los gatos adultos y sabremos si encajarán o no desde el principio.

Casho fue adoptado al poco tiempo de llegar a ANAA por una familia que lo devolvió, y a partir de entonces nadie quiso darle una segunda oportunidad. Tuvieron que pasar 7 meses para que alguien le mirara, y cuando eso pasó surgió un amor precioso y puro.

María José y Fernando vinieron buscando un gatito pensando que sería más fácil, pero gracias a nuestra compañera María supieron mirar más allá y descubrieron al increíble Casho. Llevan unas semanas juntos y ahora nos cuentan qué tal les va con el siguiente mensaje con el que queremos terminar el final feliz de Casho.

Mensaje de los adoptantes:

Mi pareja Fernando y yo queremos dejaros este texto para que lo podáis publicar en el blog. Nos animó María y por todo lo que ha hecho por nosotros queríamos dejaros testimonio de lo contentos que estamos con la decisión de confiar en vosotros y adoptar al cuarto integrante de nuestra familia, Zeus alias Casho.

Somos unos amantes de los animales, nos encantan y los adoramos y hemos esperado a poder tener tiempo para poder adoptar de forma responsable y darles atención y mucho amor. Primero llegó Gaia, una gatita que hoy tiene 6 meses. La acogimos en casa con algo menos de 2 meses y desde entonces se convirtió en el centro de nuestras vidas. Al ir creciendo, nos hemos dado cuenta de que socializaba muchísimo con las personas y no queríamos que perdiera su esencia de gato y por ello nos decidimos a adoptar un nuevo gato con el que socializar y del que aprendiera lo que no le dio tiempo de su madre.

Desde el principio teníamos claro que no queríamos comprar, que queríamos adoptar un gato en una protectora de animales para darle una oportunidad de mejor vida para ese animal y tras hablarlo con una amiga que adoptó con ANAA hace unos años una gata, nos decidimos a intentarlo.

Siendo sincera, nos daba igual el sexo y la raza del gatito, Gaia llegó como era, no la escogimos y sin embargo nos enamoró y queríamos que fuera así con el segundo. La edad era en lo que teníamos dudas y al ponernos en manos de María, nos asesoró que por la edad de la pequeña y el poco tiempo que pasó con su madre y hermanitos lo mejor era un gato adulto con mucha paciencia y juguetón. Y llegó la foto de Casho y nos enamoró. Cuando fuimos a visitar las instalaciones y le vimos en persona, para mí fue un flechazo. Se dejó acariciar y nos mostró su tripita para que le rascaramos y nos atrapó lo confiado y abierto que es. Aunque conocimos otros gatos y gatas, Casho era nuestro destino y ese mismo día nos lo llevamos a casa.

María nos ayudó muchísimo en todo el proceso de adopción y de adaptación con Gaia, no podemos estarle más agradecidos. Hoy en día, Casho se llama Zeus, ya que le hemos querido bautizar con un nombre definitivo impuesto con todo nuestro cariño. Es un gato de 4 kilos, grandote, atigrado, bueno a más no poder, paciente, y juguetón que nos está haciendo aprender mucho de gatos y enseñando a la pequeña comportamiento gatuno. Aunque llevan poco más de dos semanas juntos, ya están hermanados y tocan sus trufitas a menudo, cosa que nos regocija. No podemos estar más contentos con la decisión tomada. Era Zeus sí o sí y aunque son muy diferentes en edad se complementan genial. El saber que además estamos dando una tercera vida a este gatuno, nos da mucha más ternura y amor por este pequeño gran peludo que nos ha robado el corazón.

Muchas gracias a ANAA por el trabajo que hacen y por todo el asesoramiento y acompañamiento a las familias adoptantes y sobre todo, por todo el cuidado que dispensan a todos los animales que llegan aquí con vidas pasadas y abandonos. Esta es nuestra experiencia y queremos compartirla con todo el mundo y para ello os enviamos también unas fotos para que se aprecie lo feliz y contento que está y lo felices que nos hace.

Esperemos que el final feliz de Casho os anime y os empuje a adoptar a estos animales invisibles de cualquier protectora de animales.